Uno de los deseos más antiguos de la humanidad era poder retener las imágenes y los sonidos. Lo primero se consiguió ya desde los primeros tiempos gracias a la pintura y la escultura, pero retener los sonidos solo ha sido posible hace algo más de un siglo, cuando Thomas Alva Edison inventó el fonógrafo, que es el antecesor del tocadiscos.
Los discos duros fueron los primeros en recoger los sonidos; en los años cincuenta, la llegada de la Alta Fidelidad (HI-FI), mejoró la calidad y el mercado del disco creció enormemente.
El primer grabador de sonido magnético, presentado por Poulsen, en París en el año 1900. Comenzaron los ensayos para construir grabadoras, que llegaron al público hacia 1950.
Pero la calidad del sonido llegó con el CD, compact disc, que fue presentado al público por primera vez en la Feria de audio de Tokio en 1981.
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